El primer uso médico del cannabis se remonta a hace cinco mil años, cuando un botánico chino prescribió la marihuana como cura para la malaria, el beriberi, el estreñimiento, los dolores reumáticos, la falta de concentración y para varias dolencias femeninas. Otro antiguo experto chino describió una mezcla de resina de cannabis y vino para utilizarla como analgésico.

A principios de los años noventa, el uso del cannabis medicinal con fines terapéuticos se hizo cada vez más popular en el mundo occidental, y en la actualidad se puede adquirir incluso en las farmacias con una simple receta. Sin embargo, teniendo en cuenta el gasto y la limitada oferta de cannabis medicinal disponible, muchos pacientes deciden cultivar el suyo propio.