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En el vasto tapiz de la historia de la humanidad, innumerables culturas han dirigido su mirada hacia lo alto, buscando guía y significado en la danza celestial de los cielos. Entre estas antiguas tradiciones, la astrología védica, también conocida como Jyotish, brilla como un faro de profunda sabiduría y perspicacia. Con origen en las sagradas escrituras de la India, los Vedas, este sistema de astrología ofrece una lente única a través de la cual comprender nuestro lugar en el cosmos y navegar por las complejidades de nuestro viaje terrenal.
Si eres nuevo en el mundo de la astrología, quizá te preguntes por dónde empezar. El primer paso es entender la diferencia entre la astrología occidental, que es más comúnmente conocida, y la astrología védica, que ofrece una perspectiva única.
La astrología occidental, también conocida como astrología tropical, se basa en las estaciones y en la relación de la Tierra con el Sol. Hace hincapié en los doce signos del zodiaco y en el movimiento de los planetas a través de ellos. La astrología védica, en cambio, utiliza el zodíaco sideral, que se basa en las posiciones fijas de las estrellas. Esta diferencia en el cálculo significa que su signo solar en la astrología védica puede ser diferente de su signo zodiacal occidental.
La astrología védica también concede gran importancia al signo lunar y a las mansiones lunares, o Nakshatras, que proporcionan un análisis más detallado de la carta astral de una persona. Además, el sistema de Dasha en la astrología védica ofrece una visión de la naturaleza cíclica de la vida y el momento de los acontecimientos.
Una de las principales diferencias entre la astrología védica y la occidental radica en el uso del zodiaco sideral. Mientras que la astrología occidental se basa en el zodiaco tropical, que está ligado a las estaciones, la astrología védica utiliza el zodiaco sideral, que está alineado con las posiciones reales de las estrellas. Esta diferencia explica el hecho de que tu signo solar en la astrología védica puede ser diferente del que conoces en la astrología occidental. El zodiaco sideral tiene en cuenta la precesión gradual del eje de la Tierra, proporcionando un mapa más preciso de los cielos.
Además de los doce signos zodiacales familiares, la astrología védica también trabaja con 27 mansiones lunares conocidas como Nakshatras. Cada Nakshatra representa un segmento de 13,3 grados del zodiaco que la Luna recorre en su viaje mensual alrededor de la Tierra. Estos marcadores celestes añaden una rica capa de matices y profundidad a la interpretación de una carta natal védica. Cada Nakshatra tiene su propio simbolismo único, deidades e historias mitológicas que revelan las lecciones espirituales y las posibilidades evolutivas codificadas en él.
En la astrología védica se da especial importancia a los nodos lunares Rahu (Nodo Norte) y Ketu (Nodo Sur). No son cuerpos físicos, sino puntos matemáticos donde se cruzan las trayectorias del Sol y la Luna. Rahu representa el hambre evolutiva de nuestra alma, el territorio inexplorado que estamos llamados a explorar en esta vida. Ketu, por su parte, representa nuestro karma pasado, los dones y desafíos que arrastramos de encarnaciones anteriores. Juntos, estos nodos forman la cabeza y la cola de la serpiente cósmica, que simboliza el ciclo eterno del crecimiento y la transformación espirituales.
La astrología védica también emplea un sistema único de periodos planetarios conocidos como Dashas. Cada planeta en la carta de una persona rige un período específico de su vida, dando forma a los temas generales y experiencias durante ese tiempo. Mediante el análisis de la secuencia y la naturaleza de estos períodos planetarios, los astrólogos védicos pueden ofrecer una visión de los patrones de desarrollo de la trayectoria de la vida de una persona. Este sistema añade una perspectiva dinámica y evolutiva a la instantánea estática de la carta natal.
