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En los últimos años ha crecido el interés por las posibles ventajas terapéuticas de drogas psicodélicas como el LSD y la psilocibina. Sin embargo, sigue habiendo numerosos mitos sobre las drogas psicodélicas, a pesar del creciente número de datos científicos a favor de su uso. En este artículo del blog analizaremos la verdad que se esconde tras algunos de los mitos psicodélicos más extendidos a medida que nos adentramos en los propios mitos. Este artículo te dará una idea clara y precisa de la realidad que se esconde tras los mitos psicodélicos más comunes, tanto si estás interesado en las ventajas potenciales de los psicodélicos como si simplemente quieres aprender más sobre ellos.
Aunque los psicodélicos pueden alterar temporalmente la percepción y la cognición de un individuo, actualmente no existen pruebas que respalden el mito de que los psicodélicos dañan de algún modo el cerebro humano. Un mito muy extendido durante la Guerra contra las Drogas (una campaña mundial para reducir el consumo de drogas ilegales) era que el LSD y otros psicodélicos matan las células cerebrales y causan daños permanentes irreparables. Se han realizado varios estudios buscando pruebas de esta afirmación, sin embargo, nunca se encontraron. En cambio, varios estudios han indicado que los psicodélicos pueden tener propiedades neuroprotectoras, así como la capacidad de ayudarnos a crear nuevas vías neuronales en el cerebro que, básicamente, permiten la aparición de nuevos pensamientos, ideas y la resolución creativa de problemas.
Realidad: Las drogas psicodélicas no son físicamente adictivas, ya que el cuerpo humano crea una tolerancia natural hacia ellas, lo que significa que no pueden consumirse con frecuencia y que simplemente no producen ningún efecto cuando se toman varias veces en un corto periodo de tiempo. Por lo general, los psicodélicos tampoco provocan un comportamiento obsesivo de búsqueda de drogas, típico de las sustancias adictivas. Sin embargo, al igual que algunas personas pueden adquirir una dependencia psicológica de otras actividades placenteras como el sexo o el juego, es posible que la gente se vuelva psicológicamente dependiente de los psicodélicos. Sin embargo, la adicción a los psicodélicos es increíblemente rara, y si ocurre, sigue siendo físicamente imposible seguir consumiendo psicodélicos debido a la tolerancia corporal que mencionamos anteriormente.
Si bien es cierto que algunos consumidores de psicodélicos pueden tener una experiencia desagradable o difícil, los 'malos viajes' suelen ocurrir sólo cuando ha habido una falta de preparación y un 'set and setting' inadecuado. Si las cosas no salen según lo planeado y de todos modos se produce un " mal viaje", puede ser bueno saber que la experiencia difícil es temporal y no provoca daños psicológicos a largo plazo. Sin embargo, es importante superarla e integrarla en la propia vida, sobre todo si la experiencia supuso retos y malestar. Muy a menudo, las personas informan de que la experiencia psicodélica difícil les reveló importantes lecciones y revelaciones y, una vez integradas, acabaron influyendo positivamente en sus vidas. Para otros, la lección consistió simplemente en respetar las sustancias potentes y aprender que estas poderosas herramientas deben utilizarse con gran precaución, preparación y con un set y un setting adecuados. Para saber más sobre "set and setting", haga clic aquí.
Realidad: Aunque los psicodélicos tienen el potencial de alterar temporalmente la cognición y la percepción, haciendo que cualquiera se cuestione la realidad, no hacen que una persona pierda todo sentido de la realidad a largo plazo. Una experiencia psicodélica puede presentar ideas y visiones que cuestionen o desafíen la realidad, pero no siempre hay que tomarlas al pie de la letra. Aquí es donde entra en juego la integración psicodélica. Es muy valioso hablar con alguien con los pies en la realidad después de la experiencia psicodélica. La mejor forma de enfocar la integración psicodélica es tomarse estas ideas o visiones recién descubiertas con un ligero grano de sal, mirarlas a través de una lente simbólica e, idealmente, reflexionar sobre ellas junto a alguien que sea abierto, pero capaz de pensar de forma crítica. Aunque es una buena idea tomarse uno o dos días libres del trabajo y las responsabilidades después de un viaje, la mayoría de los consumidores de psicodélicos pueden volver a sus tareas cotidianas justo después de la experiencia psicodélica.
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Afirmación factual: Aunque los psicodélicos tienen muchas cualidades que se solapan, pueden diferir enormemente en sus efectos, duración y razones para consumirlos. Por ejemplo, un viaje con LSD puede durar entre 8 y 12 horas y producir efectos visuales similares a los de las setas mágicas, pero un viaje con setas mágicas puede durar entre 4 y 6 horas y dar la sensación de que hay una "presencia" de algún tipo, mientras que un viaje con LSD es como si estuvieras "allí" solo. Los efectos de la ibogaína, un psicodélico utilizado sobre todo para tratar y curar adicciones, pueden durar hasta 3 días enteros. Por esta misma razón, sería una tontería asumir que todos los psicodélicos son iguales y limitarse a tomar el primero que se encuentre. Siempre es una buena idea investigar mucho sobre cada psicodélico en el que estés interesado, y aprender todo lo que puedas sobre él, así como sobre las posibles interacciones con drogas y alimentos. La ayahuasca, un brebaje psicodélico utilizado en la selva amazónica, requiere seguir una dieta especial durante semanas antes de su consumo, y también se aborda principalmente desde un entorno ceremonial. Cada psicodélico se suele consumir en un entorno muy diferente y, aunque se pueden aplicar algunos principios comunes, abordarlos todos con la misma mentalidad sería absurdo e irresponsable.
Realidad: Aunque todavía no podemos comprender plenamente el potencial terapéutico de los psicodélicos, disponemos de una gran cantidad de pruebas que apuntan a una serie de posibles ventajas médicas. Por ejemplo, las investigaciones sugieren que los psicodélicos pueden ser útiles para tratar una serie de problemas de salud mental, como la adicción, la depresión y la ansiedad. Más información sobre la depresión en este artículo: ¿Pueden los hongos psicodélicos tratar la depresión? Lainvestigación dice que sí.
Psicodélicos como las setas de psilocibina han demostrado ser increíblemente eficaces para aliviar el miedo a la muerte y la angustia emocional asociada a la proximidad de la muerte en enfermos terminales. Estos ensayos clínicos mostraron una tasa de efectividad del 65-85% y crearon efectos positivos duraderos que permitieron a las personas experimentar paz, alegría, aceptación y amor en sus últimas semanas o meses de vida. Estos resultados hablan por sí solos para demostrar que las sustancias psicodélicas tienen un gran potencial terapéutico aún por explorar al máximo.
